Como sacado de una ensoñación, el Banyan Tree Mayakoba logra traducir los anhelos de los viajeros en múltiples detalles, con los cuales construye cada una de sus habitaciones, espacios y experiencias.

Hay una cuestión que constantemente estamos planteándonos en NUBA; podría parecer una trivialidad, pero creemos que es uno de los principales motores a la hora de construir experiencias: ¿qué debe tener un hotel de ensueño?

Evidentemente debe tratarse de un lugar donde la comodidad, la intimidad y la privacidad estén más que aseguradas. Debe poseer un confort que se adecue al más estricto sentido de la palabra: prístino, cálido y repleto de amenidades que aseguren satisfacción en el huésped.

Pero hay un factor que es difícil de explicar y muy fácil de detectar. La personalidad de un hotel o resort es algo que salta a la vista a través de detalles sencillos, pero con tal singularidad, que hablan por sí solos y es muy difícil dejarlos pasar inadvertidos.

Buscando aquellas personalidades únicas, encontramos el Banyan Tree Mayakoba, un sitio que no solo compagina con su locación –la Riviera Maya– sino que le rinde tributo y eleva al destino mismo, convirtiéndose en un motivo más para trasladarse hasta este punto de la República Mexicana, en donde el azul del mar y las blanquísimas arenas son míticas.

Entre los manglares y cenotes de Playa del Carmen, el ambiente tropical se convierte en el lienzo sobre el que se construye la atmósfera de este santuario, cuya esencia fue trazada en el lejano oriente, bajo la tradición de un sello que se ha convertido en el estandarte de la elegancia y exclusividad.

El Banyan Tree Mayakoba es perfecto para cualquier visitante, sin embargo, son los grupos, parejas o familias las que encuentran especialmente oportuna a una de sus armas de conquista más contundentes: las villas, como la Serenity Pool Villa –ideal para dos o cuatro personas y con piscina privada–, o la Harmony Three-Bedroom Beachfront Pool Villa –pensada para hasta seis integrantes de un mismo grupo–.

Y ya que hablamos de familias y armas de seducción, aquí saben cómo echarse a la bolsa a los miembros más especiales: los niños. A través del club Rangers, los más pequeños pueden vivir diferentes experiencias, en las que –por ejemplo– pueden poner a prueba su destreza para los deportes de playa o para buscar un tesoro.

Por supuesto que un hotel de ensueño debe tener como parte de sus cimientos todo lo anterior y un poco más, y ese toque extra –la pizca de sal que adereza un gran concepto– corre a cargo de la gastronomía, que en Banyan Tree Mayakoba se convierte en los nombres de sus diferentes propuestas culinarias: Sands Beach Club, Saffron, Cello, Oriente, Tomahawk Open Fire Latin Grill, La Copa Mexican Terrace Bar, Reflections, Ixchel, Tapas Cruise y Haab.

Como verás, a la hora de viajar no hay nada más maravilloso que tener la oportunidad de hacer que cada día de tu estancia sea diferente. Así que tener en tus manos el poder de cambiar o construir un itinerario con diferentes opciones y sin restricciones, es algo que lugares como este pueden darte a manos llenas.

Definitivamente, en NUBA estamos seguros de que el Banyan Tree Mayakoba es una estrella del Caribe que brilla con la luz más potente que existe: la de la autenticidad. Además, cada uno de los detalles que construyen los espacios de esta propiedad son la prueba fehaciente de que la vida es justo eso: la suma de pequeñas cosas que juntas logran algo enorme, como granos de arena que dan vida a la más hermosa de las playas.

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