Cuando pensamos de qué estamos hechos, podemos darnos cuenta de que han sido muchas personas, lugares e ideas las que han moldeado nuestro camino y esencia. Somos la suma de nuestras enseñanzas y el resultado de nuestros recuerdos; un pedacito de cada persona que hemos conocido y, sin sospecharlo siquiera, también la pequeña pieza que dejamos en los que nos rodean.

Bajo esta misma lógica, fue creado uno de los conceptos más potentes en el mundo del turismo y la hotelería: Conrad Punta de Mita, que a través de una locación inmejorable en el Pacífico mexicano, ha sabido fragmentar y repartir de manera equitativa su esencia, impregnando su personalidad en cada detalle, en cada habitación y en cada una de las vivencias que han sido pensadas para crear una emoción específica.

Así, este santuario está hecho –por ejemplo– de sabores que llenan al corazón; de historias que se escriben con especias, ingredientes frescos y brasas de un buen asador, enalteciendo recetas que van de lo sencillo a lo elaborado y siempre crean momentos únicos.

Así, mientras en Codex puedes realizar un viaje que conecta al pasado con el presente de México –mediante recetas que escarban en lo más profundo de la gastronomía endémica–, en Mezquite el carbón a fuego vivo toma el control de los sabores, ofreciendo clásicos locales, como el zarandeado nayarita.

Si tus papilas disfrutan lo diverso y lo ecléctico, entonces hay que darle gusto con un buffet por la mañana, y el del restaurante Árbol es definitivamente el arma secreta para empezar el día con el pie derecho. Mientras tanto, si disfrutas de no complicarte y de una cocina mucho más cotidiana y universal, entonces el menú de Paleta –que sirve junto a la piscina– te permitirá gozar de tacos, hamburguesas, ceviches o pizzas.

Si eres amante del café, Colibrí Roasting Co. será tu refugio y el lugar donde también hallarás postres y dulces tentaciones con las que podrás consentirte. Pero si lo tuyo son los sabores más potentes y espirituosos, entonces El Taller de Agave será no solo una visita obligada, sino un spot recurrente durante tu estancia pues, sus más de 200 botellas de mezcal y tequila, representan más de 200 razones para regresar y regresar.

Pero Conrad Punta de Mita no está hecho solo de sabores, sino de también de paz, aventura y emoción. Es por ello que construir experiencias a lo largo de todo el año, para todo tipo de viajero y con diferentes propósitos, es uno de los grandes aciertos que se han anotado. Perfecto para una luna de miel, una escapada romántica de fin de semana, un viaje familiar, una estancia entre amigos que buscan diversión o para encontrar un refugio personal que permita encontrar balance, aquí cabe todo aquel que desea encontrar y encontrarse.

Cabalgatas a la orilla de la playa –salpicadas por la brisa del mar–; un safari en el que se buscan ballenas – gigantes marinos que impresionan al más ecuánime–; deportes en el agua y otras vivencias que estimulan e invitan a introducirse a la cultura mexicana, son algunas de las cosas que se pueden disfrutar al ser parte de Conrad Punta de Mita.

Por supuesto, mención especial merece el Conrad Spa, que al estar en la Riviera Nayarita hace uso de la sabiduría ancestral de uno de los grupos autóctonos con más magia y tradición: los wixárikas, quienes ponen al servicio de tu bienestar sus conocimientos para crear experiencias como la ceremonia de temazcal.

En la vida tendrás muchos viajes. Sin embargo, no todos serán significativos. En Conrad Punta de Mita, cada espacio y cada servicio han sido diseñados para construir momentos que importan, que enseñan, emocionan y permiten seguir descubriendo tu verdadera esencia para que armes tu propia historia.

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