Si alguna vez soñaste con ser parte de la realeza, este es el escenario perfecto para hacer realidad tu fantasía. Hoy convertido en una propiedad exclusiva y un hotel de lujo, el Castillo Kilkea –o de Kildare– mezcla su gran pasado con sofisticación y estilo.
Muy cerca de Dublín se encuentra una antigua fortaleza que perteneció a la familia FitzGerald, condes de Kildare. Y aunque su historia se remonta a principios del siglo XII –cuando sus gruesas paredes y belleza atemporal fueron erigidos por Hugh de Lacy– hoy su pasado se funde con el presente para recibir a los viajeros que llegan hasta el lado este de Irlanda para conocerle y hospedarse en él.
Se trata del Castillo Kilkea o de Kildare, transformado en un hotel que pertenece a la colección de Preferred Hotels and Resorts, tras haber sido completamente restaurado y renovado, integrando todas las amenidades que ofrece el siglo XXI. Y no nos referimos únicamente a la decoración y mobiliario, que para nada no son poca cosa, sino a las experiencias que surgen de entre sus límites: aquí se encargan de crear momentos especiales que sumergen a los huéspedes en una atmósfera como ninguna otra, a través de un servicio entregado y puntual.
El castillo de 11 habitaciones está listo para ofrecer lo más exclusivo a los viajeros sibaritas que desean tener solo lo mejor durante su estancia, campo de golf incluido.
Por cierto, no es de extrañar que este sea uno de los sitios predilectos para celebrar bodas, pues todo lo que le rodea y constituye, genera un ambiente propicio para el romance y la intimidad, convirtiéndose así en un legendario spot que abraza a sus visitantes con una singular mezcla de tradición, vanguardia y comodidad.
Ven a Irlanda y conoce un pretexto más para gozar de esta tierra atestada de relatos, tesoros y paisajes que roban el aliento. Ven a Irlanda y siéntete todo un viajero REAL.