Mucho se habla de sus bondades financieras, pero el Archipiélago es un cúmulo de sensaciones y emociones en el que vale la pena adentrarse. Una joya en el Caribe que merece ser honrada como uno de los centros turísticos más importantes del Caribe.
Entre México y Cuba existe un tesoro que el mar Caribe ha mecido gentilmente con sus tibias aguas desde tiempos inmemorables. Durante muchos años fue el secreto de los famosos que buscaban el anonimato –para ellos y para sus fortunas– y, en años más recientes, le han dado un giro al sentido de la exclusividad para seguir siendo estandarte en la materia, sin que se trate de un simple esnobismo y adquiriendo el más amplio significado de la palabra “autenticidad”.
Bienvenido a las Islas Caimán, uno de los 15 territorios británicos de ultramar. Este pequeño archipiélago está conformado por tres territorios: Little Cayman, Brac Cayman y Grand Cayman, siendo esta última la más grande y sede de la capital: George Town, donde se desarrolla la mayor parte de las actividades turísticas y financieras que dan vida y fama a la triada.
Se estima que la población de estas islas apenas alcanza los 55 mil habitantes, por lo que la privacidad y la intimidad son dos cosas que se pueden alcanzar con tan solo poner un pie en el archipiélago. Sin embargo, ni la privacidad ni la intimidad son sinónimo de aburrimiento, pues bien podría ser esta la capital mundial de la diversión por los diferentes negocios dedicados al entretenimiento y esparcimiento que se ofrece al turismo. Y es que este es el sitio en la Tierra que tiene casi tantos negocios registrados, como cantidad de personas, lo que –por cierto– le convierte en la economía más sólida de todo el Caribe.
Hay un contraste interesante que se disfruta mucho pues, es como tener lo mejor de dos mundos. Por un lado, aquí están más que versados –graduados con honores– en materia de hospitalidad. Prueba de ello son los resorts de altísimo calibre que ofrecen un escape a los viajeros que desean entregarse plenamente a los placeres.
Por otra parte, la naturaleza es una de las herramientas de seducción más potentes con las que cuenta Islas Caimán, así que hay diversas zonas protegidas, donde además se protegen diferentes especies de animales, siendo –por supuesto– el caimán uno de ellos, así como algunos ejemplares de aves, peces y tortugas.
Y ya que hablamos de tortugas, vale la pena mencionar que es una de las especies más íntimamente ligada al desarrollo histórico de las islas. Y es que se dice que cuando Cristóbal Colón atravesó por lo que hoy se conoce como “las hermanas” –Brac Cayman y Little Cyman– las nombró simplemente “tortugas”, por las abundantes poblaciones de este reptil que encontró en sus suelos.
Hoy en día, la tortuga goza de protección en las Islas Caimán, por lo que encontrarás proyectos de conservación como la Granja de Tortugas Gran Caimán, donde se cría y se investigan nuevas maneras de conservación para esta especie.
Parece obvio, pero hay que hacer énfasis en la belleza de las playas que rodean a las islas. Y es que, por el simple hecho de estar en el Caribe, son simplemente preciosas. Para muestra, la afamada Seven Mile Beach, cuya arena casi blanca prístina combina perfecto con el intenso turquesa del mar. No en balde ha sido nombrada una de las más bellas de los cinco continentes. Además de todo lo anterior, Seven Mile Beach es también sede de varios resorts y atracciones turísticas, convirtiéndose en el epicentro del intercambio social en el archipiélago.
La Torre de Observación, el East End Light, la semana de los piratas, parques marinos, buques que naufragaron y se convierten en parte del arrecife, y por supuesto, la oportunidad de bucear en aguas cristalinas y abundantes en especies, son solo un atisbo de todas las razones que ofrece las Islas Caimán para ser visitadas, amadas y honradas como uno de los centros turísticos más importantes del Caribe… y del mundo entero.
