Gran Meliá evoca la esencia de la cultura española: placeres sencillos, conexión con la tierra, respeto por las cosas bien hechas y elegancia en cada detalle. Su filosofía brilla a lo largo de su experiencia. Desde la extraordinaria arquitectura de sus hoteles hasta la calidad de sus platos que hacen eco de los sabores locales y en su cálido y atento servicio.

Menorca es uno de los placeres que vienen en pequeñas dosis, pero de una enorme riqueza.

LA ISLA Declarada isla Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde 1993 por el equilibrio entre el progreso social y económico, el respeto por el territorio y la tradición, Menorca aún conserva rincones escondidos, calas secretas y faros de ensueño. La isla más tranquila del Mediterráneo, combina a la perfección su aire sosegado con una amplia oferta cultural y gastronómica.

Villa Le Blanc, un refugio blanco Menorquín

THE HOTEL Ubicado en la tranquila playa de Santo Tomás, Villa Le Blanc, es un refugio frente al mar responsable con el entorno que aprovecha la sofisticación relajada de la cultura y el patrimonio menorquín. Las mejores experiencias de la isla convergen en este elegante paraíso Mediterráneo. Una propuesta única del icónico restaurante S’Amarador de Menorca, además de Cru, supervisado por el célebre gourmet local Joan Canals, ofrece lo mejor de la gastronomía local de Menorca. La relajación y la recreación maravillosas se encuentran en la espectacular piscina y spa de Anne Semonin Paris. Reuniendo espacios privados y enclaves sociales animados, pone la magia de Menorca al alcance de su mano, contra el deslumbrante telón de fondo del Mediterráneo azul.

La mayoría de las tranquilas habitaciones y amplias suites cuenta con vistas al centelleante Mediterráneo. Con amplios arcos menorquines y tradicionales paredes encaladas, estos refugios llenos de luz combinan un estilo simple y elegante con lujosos detalles y comodidades.

La máxima expresión del lujo Menorquín

El primer hotel de la isla miembro de Leading Hotels of the World representa lo mejor de la esencia Menorquina, pasando por la alta gastronomía local, la arquitectura tradicional y unas inigualables vistas al mar. Además, la residencia ofrece algo para cada estado de ánimo e inclinación, ya sea que busque la soledad tranquila en su espaciosa suite frente al mar o un ambiente tranquilo en las elegantes áreas sociales que fluyen a la perfección entre sí.

Un paisaje Menorquín Infinito

Despierta tus sentidos y déjate llevar por la belleza natural de la isla. Su jardín, que llega hasta el mar, permite una conexión íntima con el Mediterráneo. El paisaje de Villa Le Blanc recupera la esencia de la Menorca más rural a través del uso de plantas autóctonas en armonía con el medio ambiente y el clima del destino durante todo el año. Olivos · Lavanda · Camomila · Ciprés · Junípero · Algarroba · Adelfa · higuera· Malvea · Romero

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